jueves, 6 de mayo de 2010

Volar.

Algún día hay que volar del nido, ya sea tarde o pronto. Cuando sientes la necesidad de despegarte de eso que te ha seguido toda tu vida, de vivir una nueva etapa, donde hay mucho que madurar, que aprender, que sufrir y sobre todo disfrutar, de esa libertad que eso conlleva, con responsabilidades inclusive. Siempre en todo momento, en cualquier cosa que se nos pase por la cabeza va a tener pros y contras. Y todo es empezar, empezar de 0 otra vez, me gusta, me gusta mucho y sobre todo empezarlo con al quien a quien quieres, donde solo tienes a esa persona y no hay nada mas, en lo malo y en lo bueno, en lo mejor y en lo peor. Y todo hay que superarlo, porque si se supera todo es posible, porque para mi es un reto, a pesar de que la gente de mi alrededor (menos él) no crean en mí, se que lo voy a conseguir, conseguiré vivir mi vida como yo quiera, seguir mis pasos de mi propio camino, con piedras o gravilla, será así, porque a partir de ese día comenzará mi vida de verdad, a su lado.

Ya no me tendré que dormir pensando en él, ya no me tendré que levantar pensando en él, ya no tendré que gastar esa energía en llorar y llorar porque le echo de menos... no... El estará ahí, cada uno de los días donde me levantaré a su lado con su cara dormilona y sus gruñidos de mala leche cuando se levanta, porque me dormiré a su lado con sus mimos y sus besos de dormido cuando está cansado. Y lo mas bonito de todo que será NUESTRA vida juntos, y separada a la vez. Experiencia que nos falta por vivir y por madurar ahí estará. Te espero, tan solo quedan unos meses para poder cumplir el sueño, y no el sueño si no la responsabilidad de todo eso que conlleva. Me gusta, me gusta tener retos que superar, dificiles sobre todo. A pesar de que los apoyos familiares no estén ahí.